En busca del fanzine parisino, cuarta parte

lunes, 14 de abril de 2008

En esta ocasión nos dirigimos hacia el 5èmme Arrondissement, donde abundan las tiendas de cómic, para visitar los establecimientos más representativos en cuanto a la autoedición.

La Comète de Carthage - 4, Rue Frédéric Sauton

Se trata de una tienda y galería de cómics, situada en pleno barrio de las viñetas, es decir, justo a la izquierda de la catedral de Nôtre Damme, al otro lado del rio. Santuario de la escena independiente más cuidada de Francia y Estados Unidos, en sus estanterías podemos encontrar tomos e incluso colecciones enteras de publicaciones tales como Ego comme X, Écarquillettes, Editions Goto, etc. También aloja temporalmente exposiciones en las que ver originales de novelas gráficas de reciente aparición, y que se situan en el segundo piso o en el sótano alternativamente. No hay que dejar pasar por alto la pequeña estantería de al lado de la puerta, pues todos sus artículos tienen un 40% de descuento, y en ella podrían haber joyitas a un precio más absequible al que es usual en Francia.

Un Regard Moderne - 10, rue Git-le-Coeur

Para acabar con este recorrido llegamos a Un Regard Moderne, librería apartada del mundanal ruido del muy turístico Quartier Latin al situarse en un tranquilo callejón.

No se recomienda entrar más de dos personas a la vez en ella, porque el angosto interior está tan abarrotado de libros, revistas, fanzines y muñecos que resulta casi imposible darse la vuelta sin que varios tomos caigan al suelo. Los libros se amontonan desde el suelo hasta el techo, ocultando las paredes y formando una auténtica montaña tras la cual se encuentra el tendero, que amablemente se dispone a ayudarnos con la ardua tarea de seleccionar algunos ejemplares de su enorme colección. Va extrayendo fanzines y catálogos artísticos de la montaña, a cada cual más extravagante, algunos de los cuales pueden contener ilustraciones de artistas que van desde Picasso hasta la siguiente sensación que todavía casi nadie conoce.
Por desgracia la mayoría de ellos se salen de mi presupuesto (y de las dimensiones de un sobre de correos normal, para enviarlos a La Miao). Raudo y veloz, elijo unos cuantos en función de su precio, tamaño y la calidad de dibujos que contienen (estoy seguro de que si la volviera a hacer, el resultado sería invariablemente distinto). Las reseñas las publicaré dentro de un par de días.

Y así termina esta primera etapa de peregrinación por las tiendas de Paris, en siguientes episodios trataré de revisar otros fanzines de carácter más revindicativo y, quien sabe, algún día incluso visitar un salón de fanzines (que me parece que hace mucho tiempo que no se hacen)

¡Hasta la próxima!

3 COMENTARIOS:

el gato con bota dijo...

estos episodios de deambular por las calles parisinas en busca del espíritu fanzinero franchute están siendo una experiencia. claro que la lectura de los artículos del colega Tek Nadsat estimulan la imaginación y las ganas de conocer aunque sea en la lejanía. pero hoy viendo esta nueva entrada y sobre todo viendo la foto de la librería donde "se recomienda entrar de uno en uno" lo he flipao y lo he sentido cercano. que es una suerte que exista gente que a contracorriente de las mayorías homogeneas haya libreros, lectores y reporteros que den vida a lugares como estos.

Gattaca dijo...

¡Otia! Tek, si me dices que el tipo SABE lo que tiene ahí metido, si voy alguna vez, me salto ver la Torre Eiffel por ir ahí.

Anónimo dijo...

Acabo de reparar las imágenes (que no sé por qué no se habían subido) y en la primera podemos vislumbrar un hombre que está de lado en el pasillo de la tienda, así que se pueden hacer una idea de las dimensiones del lugar.

Aquí en París todo está comprimido para caber en el mínimo espacio posible, y así es normal ver restaurantes donde tienes que apretarte un poquito a cambio de degustar la comida, porque hay más mesas por metro cuadrado de lo que yo estoy acostumbrado.

La verdad es que no sé si el tendero está al tanto de todo lo que tiene a su alrededor, lo cual sería casi imposible, pero seguro que le tiene el ojo bien echado a las cosas que se salen de lo normal (por poner dos ejemplos, en el escaparate hay una revista tamaño A3 con portada Charles Burns, y en una foto del interior podemos ver el libro de los Moomin que acaba de ser declarado como "esencial" en el último salón de Angoulemes). Y para no enrollarme más, sólo decir que si te decides visitar Paris no hace falta saltarse la torre Eiffel para ir a esta tienda, ya que está bien céntrica y cerquita de todo.