Y después de un sábado con Woody, seguimos con él y una de sus películas. Planteada como un documental biográfico sobre Leonard Zelig -el curioso hombre camaleón que asombró a la sociedad norteamericana de principios de siglo... pasado- el martes 29 de julio proyectamos la que, por gran parte de la crítica (falta la nuestra ¿no?) ha sido considerada la mejor cinta de Woody Allen: Zelig. Fue protagonizada por el cineasta (una de sus interpretaciones más celebradas, por la que ganó el David de Donatello y fue candidato a los globos de oro) y por Mia Farrow. En ella vuelven a aparecer su característico humor, su pasión por el jazz y sus permanentes obsesiones: las relaciones humanas y el sicoanálisis. (De paso aprovechamos y celebramos que este mes cumple veinticinco añitos. La peli... claro)
A partir de un relato escrito por Scott Fitzgerald, sobre un hombre que conoció en una fiesta y que cambiaba su forma de ser en función de la gente que le rodeaba, Allen utiliza una preciosa y efectista fotografía en blanco y negro para contar el desvarío en que se convierte la vida del protagonista. Porque a Zelig su patológica necesidad de ser aceptado le hace transformarse en función del ambiente humano que le rodea hasta el punto de perder su propia identidad. (Metáfora de la confrontación entre la identidad individual y la colectiva para reflexionar sobre una sociedad que cree que puede –y, tristemente, a veces lo consigue– borrar la personalidad de quien se sale de los cánones establecidos). Para “salvarle” aparece en su vida el personaje de la persistente y competente sicoanalista Eudora Fletcher (Mia Farrow).
Estamos ante una buena muestra de lo que se conoce por mockumentary o falso documental, un género que, aprovechando la técnica documental, realiza una crítica irónica sobre el tema que trata, llevando la sátira hasta el extremo. Este formato aprovecha un lenguaje conocido por el espectador, el documental, asociado a credibilidad, para abordar los asuntos más escabrosos en muchas ocasiones desde el punto de vista de la comedia. (Aquí tenéis un enlace a un artículo muy completo y esclarecedor) A pesar de que el término (mock+documentary, en inglés burla o ficción+documental) no fue acuñado por el director Rob Reiner hasta 1984 (con su rockumental This is Spinal Tap), fue Allen quien antes ya introdujo y perfeccionó este tipo de filmación. Realizó su trabajo más complicado al montar una película en la que una parte se rodó con las técnicas del momento y otra con las de 60 años antes.
Allen, con la ayuda del director de fotografía Gordon Willis, colocó a su personaje en diferentes acontecimientos sucedidos durante aquella época a través de trucos cinematográficos de los que posteriormente Robert Zemeckis daría buena cuenta y perfeccionaría en su Forrest Gump. Para mejorar el resultado usó además cámaras, lentes y objetivos de los años 20 en los que se desarrollaba la acción e incluso llegó a dañar los negativos del metraje sólo para dar el toque de antigüedad suficiente. Además la fotografía en blanco y negro y los continuos flashbacks le dan mucha coherencia a este surrealista y genial experimento fílmico.
Muchos personajes históricos, testigos directos de aquella época, se incluyen en la trama. Desde Adolf Hitler, hasta el famoso productor parodiado en Ciudadano Kane (otra impostura diferente): William Randolph Hearst e incluso su admirado Charlie Chaplin quien junto a Scott Fitzgerald frecuentaban algunas de aquellas locas fiestas de aquellos “locos años”. También entrevista a gente tan destacada como la ensayista y novelista Susan Sontag, el premio nobel de literatura Saul Bellow o el analista político Irving Howe, para hablarnos sobre la excentricidad del personaje en el contexto de aquella época.
En cuanto a la banda sonora Allen rinde un homenaje a la música de jazz de la que es gran aficionado e intérprete.
Qué más decir. A disfrutarla.
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martes, 29 de julio de 2008
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5 COMENTARIOS:
¡Vaya estreno prometedor te has marcado, Mará!
La opinión sobre la peli me la reservo para dentro de unas horas, pero antes quería darte la bienvenida a este círculo virtual, gatita linda. ¡Hasta pronto!
Pues sí, has hecho un post que promete un montón. Yo, con Mr. Allen tengo una "relación" de amor-odio: me gusta mucho su teatro pero sus películas me decepcionan un poco. Si la peli de hoy es la mitad de interesante que la cuentas, será estupenda.
Un beso, Mará. Nos vemos en un ratico.
Divertida comedia, sí señor. Yo a Woody lo conozco poco ( de vista y eso) pero siempre me hace soltar unas cuantas carcajadas.
Para ser tu "primera entrada chispas", ha estado mu requetebien. Que sean muchas más.
un acierto proponer y ver esta película. divertida, interesante y a la vez llena de técnica, recursos y documentación. magnífico también el artículo que complementa perfectamente lo visto, y es que aunque muchas veces viendo una peli de repente te acuerdas por un recurso narrativo, un encuadre o una ambientación a otra, la mayoría de las veces te faltan datos para relacionarlas. viendo Zelig enseguida pensé en Forrest Gump, con esos montajes introduciendo al protagonista en grabaciones históricas, pero dudaba de cual había sido grabada antes, quien influyó en quién. en este caso fue woodie allen, aunque seguramente hubo otros precursores-pioneros más desconocidos antes que él en utilizar este recurso. en cuanto al género del falso documental, sería interesante conseguir alguno. no recuerdo títulos, pero hace tiempo en documentos tv, emitieron una seríe de falsos documentales de temática variada que incluso se presentaron a festivales donde nadie se percató de su falsedad y se tardó en descubrir el entuerto. en realidad la pretensión de sus creadores era denunciar los montajes informativos que los gobiernos suelen soltar para dirigir las mentes de sus súbditos (sobre todo estaba centrado en los estados unidos y sus ambiciones bélicas) y se ponían varios ejemplos que sirvieron para que la población aceptará la primera guerra del golfo, como que los iraquies cuando invadieron kuwait en 1990 se llevaron las incubadoras de los hospitales tirando practicamente a los bebés por el retrete, o toda las noticias que en cuestión de unos días se sacaron de la manga para asaltar el rancho de waco donde la secta de los "davidianos" se hicieron fuertes...pero es que a veces ni siquiera hace falta rodar un documental o inventar reportajes, todavía recuerdo la comparecencia del collin powell en naciones unidas para demostrar que iraq tenía "munchismas" armas de destrucción masiva apuntándonos a todos, esgrimiendo como pruebas unas cintas de audio "TDK" y fotografías aéreas en las que no se veía ná. y es que nos creemos lo que nos echen.
Aparte de lo ya dicho, la pelicula es divertida, interesante y muy recomendable para todos los publicos.
Tiene variadas lecturas y la que a mi me incita a reflexionar, y la que quiero reseñar, es la diferencia de tratamientos que una misma persona puede llegar a acumular a traves de unos años de su vida en funcion de todos los acontecimientos externos que influyen en la evolucion o involucion de la sociedad que le rodea.
Independientemente de que siga cumpliendo las mismas funciones y ejerciendo de la "misma cosa" se puede pasar de raro a fenomeno, a genio a monstruo, a heroe a mindundi, a popular o a desconocido, por solo citar alguno de los atributos otorgados al protagonista de la pelicula.
Pero es asi en la vida real y arreglado va con su confusion, su tormento y su renuncia de si misma,la persona: cuando antepone la opinion de la sociedad,el tener buena imagen,y el quedar bien: a expresar libremente y con respeto sus pensamientos y sus sentimientos delante de cualquiera.
Esto produce que se vayan conformando personas comprimidas y "pequeñas" que a final de cuentas cuando se mueren, se mueren solas, igual que todos.
En este lugar de la Mancha; sede de la Monstrua, lugar de nacimiento de la M.I.A.O., esto ultimo sucede con mucha frecuencia y como se suele decir por aqui: "Cuando vamos a hechar mano NO TENEMOS A NADIE"
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