"Videodrome" de David Cronenberg es un hito estético de la posmodernidad al ser, posiblemente, la primera película que consigue separarse completamente de todas las cualidades de la alta cultura, desde la perfección técnica a los cánones del gusto y la belleza. Max (James Woods), propietario de un canal de televisión basura de Toronto, descubre una emisión vía satélite de un canal pornográfico-violento que considera interesante para su audiencia y su cuenta corriente. La emisión en cuestión está producida por una corporación llamada Videodrome y contiene una señal subliminal que provoca alucinaciones y, finalmente, la muerte por lesión cerebral. Todo resulta ser una conspiración derechista contra la degeneración de los valores morales, de la que consideran responsable a la pornografía y la televisión. Al mismo tiempo, Max descubre una contraconspiración, "La Nueva Carne", en la que el rayo catódico se utiliza como elemento de regeneración.
"Videodrome" refleja la peligrosidad social de la televisión y de la cultura de masas en general. Una lectura cinematográfica de las teorías de McLuhan sobre los cambios físicos y las mutaciones perceptivas que suponen la prolongada exposición al medio e, incluso, sobre las viejas cuestiones filosóficas sobre "lo Bueno" y de si los apetitos culturales de las masas conducen a ello.
Pero la conspiración también es económica. Max es propietario del Canal 83, una pequeña televisión independiente que es absorbida finalmente por la gigantesca compañía óptica que está detrás de Videodrome. De esta forma la narración gira hacia la monopolización internacional de los medios y de las diversas industrias culturales locales...
La estética de "Videodrome" es realista, no sólo nos muestra la vida postmoderna al detalle, posiblemente con más fuerza que un docudrama televisivo, sino porque nos avisa de que, en el nivel más alto de la sociedad, las conspiraciones son reales y ya están entre nosotros.
El sistema global en que vivimos está regido por una red de poder intangible y centralizada basada en tres pilares básicos: el control del conocimiento, el control de las pautas de comportamiento y la estética como su símbolo. Esa red que nos domina utiliza los medios de comunicación y desarrollan una estética que transforma el mundo en mera imagen de sí mismo. Para que podamos comprender que la única realidad posible es una mera imagen, los productores de cultura explican por medio de la alegoría la existencia y funcionamiento de la que red que maneja los hilos. Y esa red conspira, quizá porque la propia conspiración esté en el paranóico ser humano. Su conspiración se dirige a mantener su poder económico y político. Ante tal despliegue de poder, la alegoría se caracteriza por su lateralidad, no suele ser una narrativa directa. Si quiere hablar sobre política se suele hacer desde una perspetiva económico, como en "Videodrome", en la que las grandes corporaciones absorben los pequeños negocios.
Texto extraído de "La gran conspiración" de Gregorio Parra, Editorial Celeste, 2001.
[[VIDEO]] trocico Videodrome de David Cronenberg
Pues ala, ahí queda eso. Nos vemos en la Monstrua para seguir conspirando, aspirando y absorbiendo.
martes, 24 de febrero de 2009
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el gato con bota
Etiquetas: autores:el gato con bota, cine:canadiense, cine:ciencia ficción
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2 COMENTARIOS:
Jo, qué interesante. No hay que perdérsela. Nos vemos en breve.
Todo lo dicho en la buena presentacion del Gato con bota, define a la perfeccion la pelicula.
Curiosa, entretenida, intrigante y con la capacidad de tenerte en tension durante toda su duracion. Lo unico achacable en negativo, es la resolucion del final, que no nos lleva nada mas que a preguntarnos cual es el final.
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