Hace mucho, mucho tiempo, un gitano viajaba con su familia. Su caballo era flaco y de patas endebles, y a medida que la familia iba creciendo, le resultaba más difícil tirar de la pesada carreta. Esta pronto se llenó tanto de niños que el pobre caballo apenas podía avanzar a trompicones por el camino sembrado de baches.
A medida que la carreta daba tumbos, oscilando primero a la izquierda, balaceándose después a la derecha, las cacerolas y las sartenes se iban cayendo, y de vez en cuando algún niño descalzo daba con la cabeza en el suelo.
Lo peor no era durante el día, cuando se podían recoger las cacerolas y a los niños, sino por la noche, cuando no se veía nada. En cualquier caso, ¿quién podía llevar la cuenta de una tribu como esa? Y el caballo seguía recorriendo a duras penas su camino.
El gitano viajó por toda la Tierra, y allí donde iba dejaba un niño tras de sí: un niño, otro, otro más. . . Y así es como los gitanos se dispersaron por toda la Tierra.
Cuento tradicional de los gitanos rusos. Extraído del libro "Cuentos populares gitanos" recopilados por Diane Tong (Editorial Siruela, 1997)
Los valores gitanos son parte integrante de sus cuentos. Un elemento fundamental en la cultura gitana tradicional es el profundo rechazo que provoca la idea de una vida centrada en el trabajo. Muchas de las historias reflejan el gran valor que los gitanos conceden a la libertad y la autonomía. Como señala Liégeois, estos principios no son exclusivos de los gitanos: "algunos aspectos de la vida gitana reflejan, puede que paradojicamente, las aspiraciones de ciertos miembros de la sociedad establecida (más tiempo libre, mayor independencia, más cooperación y compañerismo, etc." Un principio relacionado con los anteriores, el antimilitarismo, halla vías de expresión en el divertido cuento checo "El gitano en el piano", en el que el héroe gitano propone a un grupo de reyes un sencillo método para evitar la guerra.
Extraído del prólogo de "Cuentos populares gitanos"
Desde los tejados ondulantes y escondidos, balcones sin rejas desde donde contemplar estrellas y susurrar a la luna, el gato noctámbulo y borrachín escucha palmas, guitarra y cantes de gitanos en fiesta. . . Buscad de donde venís, los caminos nómadas que os trajeron de oriente en carromatos de colores llenos de música, latón y adivinaciones. No había fronteras pintadas en el suelo y los ríos. No olvideís vuestra raza oscura, vuestra lengua, vuestra canción. Si lo haceís al final os convertireís en lo que quieren que seaís, en marginados o asimilados. Todos los mediocres, temerosos y creyentes siempre tuvieron miedo a los que no tenían casa, a los que nunca perdían la alegría por los caminos, a los que sacaban mucho de la nada, a la libertad. Os llamaban ladrones porque nunca se atrevieron, ni se atreverán a llamar ladrones a los de verdad, a los que gobiernan sus vidas, vacían sus bolsillos y controlan su mente. Es más fácil agachar la cabeza y descargar la ira y la envidia contra los más débiles. Atajo de cobardes. ¿Integrarse? ¿a qué? ¿a una cloaca?, mejor para ellos. Yo nací integrado y todavía lucho por salir. Mejor seguid con vuestras palmas y con la vida errante y cotidiana entre "fragonetas", "mercaíllos" y "petardos". Dejad a los demás con hipotecas y plan de pensiones. No olvideis que vuestra bandera es una rueda entre el cielo y el suelo y que errante, vagabundo y nómada son palabras llenas de belleza y orgullo.
5 COMENTARIOS:
Precioso, gato con bota. Afortunado el pueblo que aún tiene cuentos para contar a sus hijos y a sus adultos, que aún tienen imaginación para inventarlos y tiempo para disfrutarlos.
Por el texto del cuento y sobre todo por tu reflexion, me ha venido instantaneamnete al recuerdo el numero 22 y la carta del tarot que a el se asocia y he visto la imagen del que podria ser el gitano independiente y errante asi retratado, pero la carta del tarot simboliza el que se sale de todo, incluso de la propia raza, familia o tribu.
Me ha gustado mucho.
Cuentos para contar alrededor de una hoguera, una noche de verano en el campo, bajo las estrellas...
brujilda:
Holaaaaa, voy ha aprovechar la ocasion que me ofrece tener hoy internet, para mandaros un fuerte abrazo y para que sepais que no me olvido de vosotros, desde valencia en estos momento, os mando muchos besos. Y nada con un poco de nostagia por las sesiones de cine que nos pegabamos, y bueno esas cervecitas.
Muchos abrazos para todos y nada cuando vaya por esas tierras os doy un toque o mejor aun me paso a una sesion de cine. JI JI.
Cuidaros.
besos y abrazos recibidos brujilda y desde aquí te lanzamos los nuestros. Te esperamos por aquí, siempre hay una silla y una caña guardada para tí. Ciao bella!
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