Cineforum: "Al final de la escalera" (1979) de Peter Medak

lunes, 1 de diciembre de 2008

Al final de la escalera (1979) de Peter Medak

John Russell ha sufrido un vuelco en su vida (la pérdida de su mujer y su hija) y se aleja de Nueva York para intentar restañar la herida sufrida. Se instala en el otro extremo del país, en Seattle, en una antigua casa señorial de las afueras, con una sala de música apropiada para él. Es pianista, compositor y profesor.

Pero, enseguida, John tiene la impresión de que hay algo que no parece marchar bien. Ruidos fuertes, tal vez propios de la vejez de la casa, se escuchan en mitad de la madrugada. Ruidos que se repiten a la misma hora.

¿Qué sucede? ¿Por qué de la casa apenas se conservan archivos? ¿Por qué nadie quiere vivir en ella?



Esta película está considerada como una de las mejores de su género. Sin alarde de efectos especiales, sin sangre, sin sábana moviéndose... Pero esto no le resta en absoluto fuerza.

¿Recordáis que, en una película anterior, hablaba de la imaginación? Lo peor en una película, para mí, es ver que se abre una puerta y... no hay nadie. Te puede asustar un Freddie Krugger cualquiera. Pero el verdadero miedo es a lo que no se ve.

Hay que ser realista. Para la película han pasado casi 30 años. Los lenguajes en el cine se han modificado, sobre todo en películas de miedo, que ya no se llaman así, "de miedo". Quiero decir que el tiempo no pasa en balde: tal vez el ritmo de la película es más lento que los ritmos que imperan en la actualidad. Tal vez pensemos que haya escenas que ralentizan y poco aportan a la trama. Pero no es cierto. No, al menos, en mi opinión. Cada escena aporta un punto más al ambiente global de la película.

Por cierto, una curiosidad que no sabía, ésta es una de las películas de referencia de Alejandro Amenábar. De echo, al parecer, en "Los Otros" la utiliza de inspiración.

¡Mierda! Otra curiosidad: la película está basada en la experiencia real durante los años 60 en Denver (Colorado) de Russell Ellis Hunter, un escritor, dramaturgo y compositor estadounidense.

En el plano técnico, el director, Peter Medak, ha tenido una desigual carrera, con films muy poco destacados. Esta película es la excepción, desgraciadamente, tal vez por ser algo personal. Medak perdió a su primera mujer y a sus dos hijos trágicamente en los años 70, al igual que le pasa al personaje principal.

Los protagonistas son George C. Scott y Trish Van Devere (Wikipedia).

George C. Scott fue una "rara avis" entre la profesión. Descubrió su vocación por la interpretación en el teatro universitario. En los años 50 llamó la atención en un papel en Ricardo III. A partir de ahí, le ofrecían papeles para rodar en televisión obras teatrales (tipo Estudio 1). Su salto a la gran pantalla fue por la puerta grande: fiscal en la película Anatomía de un asesinato (1959, Otto Preminger) por el que consiguió su primera nominación al Óscar, premios que detestaba, por cierto. Su segunda nominación fue por El buscavidas (1961, Robert Rossen), donde calificó los Óscar como un "mercado de carne" y rechazó la nominación con un "no, gracias". Pero nadie se lo tomaba a mal, porque le volvieron a nominar y ganó el Óscar por Patton (1970, Franklin Schaffner) (no os perdáis este enlace de la Wikipedia). Se quedó en casa viendo un partido de hockey. Fue la primera persona en rechazar un Óscar (el segundo, más famoso, fue Marlon Brando).


George C. Scott en ¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú (1964, Stanley Kubrick). Imagen de Wikimedia Commons.

Tráiler no pongo, porque desvela demasiado para mi gusto. Todo, esta noche. ¡A disfrutar!



1 COMENTARIOS:

el gato con bota dijo...

estuvo bien. daba miedecillo sobre todo al principio. interesante también descubrir influencias e inspiraciones que Amenábar utilizó maginificamente tiempo después en "los otros". está bien disfrutar, divertirse, cerrar los ojos y seguir aprendiendo.